miércoles, 16 de marzo de 2016

"Dime cómo ves y te diré cómo eres"

Esta entrevista ya tiene sus años, se hizo en 2013, pero me apetecía recuperarla.

Robert Sanet es uno de los mentores en mi formación. Y a él le debo tener un enfoque más amplio sobre la visión y todo lo que engloba, la gran implicación que tiene nuestra visión en nuestro día a día y el protragonismo que tiene a nivel cerebral. En casi todo lo que hacemos desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, la visión participa de forma muy activa.


Robert Sanet fue el típico niño con dificultades en el colegio; le costaba leer, comprender, memorizar, escribir y eso hacía que su rendimiento fuera bajo y que sus compañeros y él mismo pensaran que no era muy listo. Además, a los 19 años, tuvo un accidente que aumentó los problemas, TODO le resultaba complicado. Pero seis años después Rober Sanet acudión a un optometrista comportamental y vio que nunca es demasiado tarde para intentar mejorar. Tras un año de terapia visual, consiguió el máximo potencial de sus capacidades: “Por primera vez podía asimilar, entender, recordar… Desde entonces, supe que quería dedicarme a la optometría comportamental”.


Robert Sanet, doctor en optometría, pionero de la optometría comportamental 

 "Tengo 66 años: soy joven, porque adoro mi trabajo. Soy de Long Island, Nueva York. Fui un niño fracasado por un problema no de vista sino de visión. Todos podemos mejorar nuestra neurovisión y con ella nuestro cerebro con pequeños ejercicios: le sorprenderá el resultado".

Míreme a los ojos.

¿Así? 

Bien. Ahora siga mirándome sólo a mí: ¿cuántas botellas hay sobre la barra del bar de al fondo a mi derecha?

A ver... 

¡No desvíe la mirada! Tiene que poder contarlas sólo con su visión periférica sin dejar de focalizar en mí. Si quiere jugar en el Barça, o tiene una gran visión periférica o acabará siempre en el banquillo.

Pues no sé cuántas botellas hay. 

Hay 24. Sus ojos están viendo las botellas, porque usted es hipermétrope y astigmático, pero también tienen una buena visión. La calibro cuando me mira.

Llevo gafas, pero me apaño. 

Pero nunca ha ejercitado su visión periférica y, por eso, cuando focaliza en mí, aunque sus ojos también registran la información de la barra, colapsa la periferia y su cerebro no es capaz de procesarla: hay 24 botellas.

Ya mejoraremos.

Si hiciera ejercicios para reentrenar su cerebro, no sólo mejoraría su fútbol, baloncesto, golf o tenis... Cambiaría todo en su vida, porque cambiaría su cerebro.

¿Cómo lo sabe? 

¿Recuerda a James Dean?

 Menos que las chicas. 

Tenía un defecto de visión que le confería una mirada inolvidable, pero también una personalidad terriblemente insegura que le hacía desgraciado, aunque así despertara el instinto maternal de señoras y señoritas.

¿Somos como miramos? 

El 70 por ciento de la actividad neuronal se consagra a interpretar la información visual, por eso acaba determinando nuestra visión de nosotros mismos y del mundo y, a la larga, toda nuestra personalidad.

¿Aunque no sufras defectos visuales?

 El cerebro es plástico: acaba siendo lo que hace y deja de ser lo que no hace. Los miopes suelen ser introvertidos, volcados en su mundo interior; los hipermétropes acostumbran a ser extrovertidos. Y luego hay genios como Messi, Nadal o Gasol con una extraordinaria anticipación neurovisual.

¿Lo observa en sus pacientes?

Lo he sufrido: yo era un chico acomplejado que suspendía todo y al que no daban trabajo, y me costaba hasta conducir. Todos pensaban en el cole que era cortito, y al final hasta yo mismo acabé convenciéndome.

¿Cómo llegó a doctor optómetra? 

Hasta los 24 años mi mala visión me hacía rendir muy por debajo de mis capacidades. Acudí a un optómetra, el doctor Schrock, que con una terapia de ejercicios visuales, en ocho meses -dos días a la semana en consulta y cuarenta minutos al día en casa- cambió mi vida. Y decidí hacerme optómetra.

¿Tenía usted mal la vista?
 
 El hardware, "la vista", la tenía y la tengo estupenda, pero me fallaba "la visión", el software: mi cerebro no era capaz de interpretar la información visual que le llegaba. Aunque mis ojos leían, yo no me enteraba de lo que leía. Ni podía recordarlo.

¿Y sabía cuál era su problema? 

Tardé 20 años en descubrirlo. Como yo, hay millones de niños, jóvenes y adultos que no están rindiendo lo que podrían porque, aunque gocen de una vista estupenda, tienen defectos de visión remediables con terapia para reeducar su cerebro y leer y escribir y entender y memorizar lo que leen. ¿Se puede mejorar la visión de adulto? Antes se pensaba que el cerebro sólo era reeducable hasta los siete años, pero hoy sabemos -lo compruebo a diario- que es moldeable desde la cuna hasta la tumba. Es como aprender idiomas: más fácil a los siete años, pero a los 70 también puedes y con la ventaja de ser maduro para tener método y persistir.

Buenas noticias. 

Encontrará ejercicios en internet, y hay optómetras -en Catalunya tiene la Acotv, y en España también los hay excelentes- que le ayudarán a realizarlos. Pero por mejorar su visión periférica no jugará como Messi.

¿Qué lograré? 

Con ejercicios de anticipación visual, seguimiento, coordinación mano-ojo o de equilibrio visual, entre otros, logrará pleno rendimiento en sus capacidades deportivas.

¿Usted lo consigue?

 Entreno ahora a varios atletas de élite para que, además, realicen su potencial visual, y ya fui el optómetra del equipo de voleibol que ganó el oro en Barcelona. Por eso, le digo que Messi es un genio: le he visto jugar, y su anticipación visual es diabólica.

¿Y si quiero aprender lectura rápida? 

También podrá, pero, sobre todo, la optometría comportamental obtiene grandes resultados al corregir problemas de lectura, equilibrio, conexión ojo-mano, escritura, memoria visual o anticipación.

Se está entusiasmando. 

Es que logramos el milagro de devolver la confianza a niños que se creen los burros de la clase y sólo tienen un problemilla neurovisual. Por eso me siento tan útil.

¿Y la cirugía correctora para miopía, hipermetropía, astigmatismo...? 

Es maravillosa en el 97 por ciento de los casos, pero el otro 3 por ciento puede acabar sufriendo graves problemas.


Lluís Amiguet 11/02/2013 La Vanguardia 


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La terapia visual lleva realizádose en EEUU desde hace 75 años y aquí en España desde hace 35 años.


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miércoles, 9 de marzo de 2016

¿La VISIÓN en el CALENDARIO DE LAS REVISIONES PEDIÁTRICAS?

Año tras año veo con tristeza la poca importancia que se le da a la VISIÓN en los más pequeños de la casa.

En el calendario de las revisiones pediatricas, la REVISIÓN VISUAL aparece a los 4 años, y menos mal porque creo que antes aparecía a los 6 años :O

LA REVISIÓN DE LA VISIÓN EN UN BEBÉ RECIÉN NACIDO


Cuando tenemos un bebé, el pediatra o incluso el oftalmólogo pediátrico del hospital donde ha nacido, a día siguiente o a los dos días de nacer, revisa sus reflejos pupilares, la respuestsa pupilar, le mira la retina o fondo de ojo para ver si está dentro de la normalidad, si hay un estrabismo evidente o si tienen alguna infección en el ojo (tipo conjuntivitis) porque haya entrado en contacto el meconio con sus ojitos. Por precaución de hecho, SIEMPRE nada más nacer, les instilan unas gotas para prevenir infecciones oculares por este mismo motivo.  Esta revisión dura entre 5 y 10 minutos, que con un bebé tampoco puedes estar mucho más tiempo o hacer muchas más cosas.


¿LA VISIÓN EN EL CALENDARIO DE LAS REVISIONES PEDIÁTRICAS?


Después de esto, yo he visto asombrada como al llevar a mi bebé a su revisiones pediátricas en ningún momento le miraban de nuevo los ojos. NADA, ABSOLUTAMENTE NADA.

Además, el pediatra de la Seguridad Social, tienen pautado una serie de hitos que el bebé debe haber cumplido previo a cada revisión, y básicamente preguntan a los padres los primeros meses, cómo come, cantidad que come, cómo duerme, horas que duerme, si notamos que descansa, si "notamos alguna cosa"(...y le pregunta eso tanto a padres expertos como a padres novatos...), y lo que más gracia me hace, preguntan: "si se le baña todos los días, o si se le saca a pasear todos los días" ;) Imagino que será por aquello de que las rutinas son buenas para los bebés.
Si se coge algún catarro, le miran los oídos, pero tampoco le hacen ninguna prueba de audición y sólo si hay catarro si no, ni eso.

En los primeros meses lo más importante es crear unos hábitos saludables en el bebé, comprobar que el ambiente familiar y social es el adecuado, prevenir la aparición de enfermedades infecciosas mediante la vacunación y realizar una detección precoz de anomalías congénitas y de riesgos para la salud del bebé.

Esto está muy bien, pero... en 18 meses y medio que he estado llevando a mi bebé a sus revisión según el calendario vacunal, NI UNA SOLA VEZ LE HA MIRADO LOS OJOS O COMPROBADO "DE ALGUNA MANERA" CÓMO VE Y SI VE CON LOS DOS OJOS. NI SIQUIERA NOS HA HECHO NINGUNA PREGUNTA AL RESPECTO (si le llaman la atención los muñecos, si tiende a cogerlos, si detecta movimiento, si los detecta igual de rápido cuando aparecen por un lado que por el otro o por arriba,...).

Pero además, no sólo eso, a NIVEL AUDITIVO tampoco preguntan si le llama la atención los estímulos con ruido, si reacciona a ruidos fuertes o repentinos, si reacciona a los ruidos tanto si se los presentas desde un oído como desde el otro...

O incluso no preguntan si se tumba boca abajo, si levanta la cabeza, si la gira de igual forma hacia ambos lados, si intenta coger muñecos en el suelo, si se voltea hacia ambos lados por igual, si se arrastra, si manipula objetos en sus manos,... Sólo preguntan por su COORDINACIÓN MOTORA en la revisión de los 12 meses, dado que a la edad aproximada de 7-8 meses deberían empezar a gatear.  En las revisiones anteriores no preguntan nada sobre su DESARROLLO MOTOR.

Sin embargo, en la revisión de los 18 meses (la enfermera, que ni siquiera le revisa su pediatra), pregunta si ya hace garabatos... No me eché las manos a la cabeza de milagro. Me mordí la lengua y seguí con la revisión.


A menos que el bebé haya tenido una caída grande (que le revisan de nuevo retina), si desvía un ojo de forma MUY evidente, o si tiene alguna conjuntivitis, supuración o lagrimeo constante en un ojito, los padres no detectan que el bebé tiene ningún problema visual u ocular. Por tanto, como no hay pautado que le revise los ojos el pediatra ni tampoco el oftalmólogo pediatrico, no pueden exigir una revisión visual rutinaria :(

Algunos padres con antecedentes en la visión (graduación, estrabismo, ojo vago, patologías oculares, etc.) sí insisten en que el pediatra les derive cuanto antes a un oftalmólogo pediatrico que detecte o descarte algún problema visual u ocular en el bebé.

Pero si el problema no es evidente a los ojos de un padre, de una abuela o incluso de un pediatra, hasta la REVISIÓN DE LOS 4 AÑOS, que se hace también con el oftalmólogo pediátrico, no se comprueba la VISIÓN. A los 4 años miden la AGUDEZA VISUAL por primera vez, es decir, cuánto ve un niño y no se descubre antes un problema tan impotante como es el OJO VAGO o la AMBLIOPÍA. En estos casos uno de los ojos ve peor que el otro. Si uno ojo tiene buena agudeza visual, el niño no tiene la picardía de cerrar un ojo para ver cómo ve con cada uno y comparar (si esto ocurriera él mismo se quejaría de que ve mal con uno de sus ojos), cuando esto ocurreo el niño suele ser más mayor. 
Se detectaría precozmente si en las revisiones anteriores hechas por su pediatra, le comprobara simplemente su "respuesta a la oclusión", es decir, si a un bebé con ojo vago que está jugando entre sus manos con un juguete, tú le tapas el ojito bueno, (sin tocar su cara, sólo sobreponiendo sobre su ojo tu dedo gordo o algunos de tus dedos), de un manotazo te quitará tu mano; pero si le tapas el ojo malo, no habrá respuesta por su parte y seguirá jugando. Lo mismo ocurre cuando no hay ningún ojo vago y ve bien con los dos ojos, la respuestas es la misma con ambos, seguirá jugando aunque tú le tapes un ojo.

A veces incluso pasan desapercibidos estrabismos intermintentes que no se muestrasn de forma evidente las 24 horas del día, sino sólo cuando está cansado el niño o está enfermo (débil).


Esta tarde me ha llamado una madre horrorizada de la atención oftalmológica que ha recibido su hija de 4 años en la revisión rutinaria del oftalmólogo de la Seguridad Social. Le detectan por primera vez en 4 años de su vida que tiene una hipermetropía moderada y que uno de sus ojos tiene una agudeza visual del 30%, y le mandan 12 horas de parche, de las cuales muchas de ellas las tiene que hacer en el colegio... "¡¿Viendo sólo un 30%?!" Le pregunta la madre.  ¿Por qué ese castigo? Y encima la ofltamóloga pediatrica le dice que tiene que hacerlo sí o sí porque "ya van tarde" ¡¡¿Con 4 años?!! Se pregunta la madre sorprendida "¿Por qué nadie se lo ha detectado antes?" Quizás porque hasta ese momento se piensa que un niño no puede indicar lo que ve diciendo unas letras (quizás, si se las sabe) o indicar la dirección de las patitas de una "E"... Mi ahijado, con 2 años y medio, ya era capaz de indicarme lo que veía con una "E" entre sus manos. Los niños pueden dar más información de la que pensamos. Y dando cosas como estas por sentado, se detectan problemas mucho más tarde de lo que se podían haber detectado.

Y quien dice una amliopía, dice un estrabismo (o desviación ocular) o una catarata congénita que les pasa desapercibida incluso al nacer, etc.
 
Unos minutos más en cada revisión del pediatra permite detectar problemas visuales futuros importantes.

Pero peor aún es cuando algunos oftalmólogos pediátricos les dicen a los padres cuando su hijo no llega al 100% de agudeza visual con 4 años, "que puede ser normal", que el ojo no se ha desarrollado del todo o que no colabora bien por la edad y que ya lo desarollará. A la edad de 4 años, con una maduración de 4 años, un niño puede darte esa información perfectamente. Y de hecho, SI NO ALCANZA EL 100%, POSIBLEMENTE ESTEMOS ANTE UN OJO VAGO, Y DEJAR PASAR EL TIEMPO NO ES LA MEJOR SOLUCIÓN. Cuanto antes le demos una ayuda más lo agradecerá el niño.


IMPORTANCIA DE LA VISIÓN EN LAS REVISIONES SEGÚN CRECE EL NIÑO


En el calendario de las revisiones pediatricas, no le corresponde a un niño sano otra revisión visual hasta los 8 años.

El paso de Educación Infantil a Primaria  A LOS 6 AÑOS, supone un fuerte cambio a nivel visual. La demanda visual aumenta considerablemente al introducir de forma constante la lectura y la escritura en sus tareas diarias.

Todas las habilidades visuales (agudeza visual, movimientos oculares, enfoque o acomodación, flexibilidad acomodativa, convergencia, divergencia, visión tridimensional,...), habilidades perceptuales, lateralidad,... TODO debe haberse desarrollado con normalidad a los 6 años para que el niño pueda hacer frente a la demanda escolar de Primaria sin manifestar dificultades o problemas de aprendizaje.

A ESTA EDAD MÁS QUE A NINGUNA, ES NECESARIO HACERLE TANTO UNA EVALUACIÓN OFTALMOLOGICA COMO UNA EVALUACIÓN OPTOMÉTRICA. Ambas evaluaciones visuales son diferentes y complementarias. Juntas nos dan una información completa de cómo está y se ha desarrollado su VISIÓN.

Si la revisión oftalmológica no está en el calendario de las revisiones pediátricas a los 6 años, les recomiendo a los padres que tengan niños que en el curso que viene vayan a comenzar Primaria, que les vayan pidiendo cita tanto a los oftalmólogos como a los optometristas para verificar que todo esté bien y preparado visualmente para empezar bien el curso que viene y si no, empezar a tomar medidas para ayudarle. ¿A qué esperas? ;)


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