Aunque realmente en cualquier día del año deberíamos proteger nuestros ojos del sol, ahora en verano es más evidente dicha protección.
Las gafas de sol muchas veces se asocian a la moda, y se consideran un complemento más como la ropa, los pendientes o el bolso; algo que es combinable. E incluso muchas mujeres de la dan la función de simples diademas...
Pero es importante saber que algunos dolores de cabeza, conjuntivitis y fotofobias están provocadas directamente por el uso de gafas de sol que no cumplen ningún tipo de garantía de calidad. Lentes que no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos y que tiene distorsiones en sus lentes.
Cuando exponemos nuestros ojos durante mucho tiempo al sol, este absorbe estas radiaciones nocivas y con el paso del tiempo favorece la aparición de cataratas, además de lesionar nuestra retina (10) o nuestra córnea (1).
Pero no quiero repetirme más, dado que el año pasado ya escribí unas entradas en mis blogs sobre la importancia de la PROTECCIÓN SOLAR, tanto en adultos como en niños. Así que sólo os las recuerdo:
Y además, os añado otros enlaces por si os interesan:
- Proteger los ojos en la práctica de deportes de nieve evita quemaduras en córnea, retina y cristalino, según expertos
- Este verano, no sin mis gafas de sol