viernes, 4 de abril de 2008

¿Quién evalúa la visión? Diferencias entre Optometrista y Oftalmólogo

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Los profesionales encargados de evaluar todo lo relacionado con la visión son los Oftalmólogos y los Optometristas.

De siempre, entre oftalmólogos y optometristas, en muchas partes del mundo, ha habido “diferencia de opiniones”, como me supongo que hay entre arquitectos y aparejadores o arquitectos técnicos, con la diferencia de que Optometría no es la carrera técnica de Oftalmología, ni el trabajo de los optometristas depende del de los oftalmólogos. Son profesiones independientes y complementarias, con finalidades y campos de evaluación diferentes.

Para muchos oftalmólogos, los optometristas sólo somos los que vendemos las gafas a sus pacientes después de que ellos los gradúan, o los que graduamos cuando los médicos tienen lista de espera muy larga (como en la Seguridad Social en España). Muchos de ellos seguramente siempre nos han considerado “su hermana pequeña” en inferioridad de conocimientos. Y nosotros siempre les hemos considerado los “malos”, porque muchos no respetan nuestro trabajo.

Sencillamente cada uno tenemos modelos de visión diferentes, con conocimientos diferentes. Cada uno abarcamos áreas de la visión distintas, por tanto, todos deberíamos respetarnos unos a otros y no meternos donde no sabemos.

En pocas palabras, los oftalmólogos evalúan la sanidad de la visión y nosotros, los optometristas evaluamos la funcionalidad de la visión.

Me explico:

Oftalmólogos
El oftalmólogo, como médico, está especializado en comprobar si los ojos y la vía visual están sanos. Y en el caso de cualquier enfermedad, recetar el fármaco que sea necesario o practicar una cirugía para conseguir la mejor cura.

Cierto es que ellos también prescriben gafas graduadas. Pero aunque no quiero generalizar, muchos de ellos están el mismo tiempo graduando, que el tiempo que están muchos de mis colegas en las ópticas, es decir unos minutos. Su única meta es comprobar con qué gafas ve el paciente mejor, sin preocuparse de nada más; como por ejemplo, de si esas gafas le serán cómodas en el día a día, si le producirán otras molestias diferentes, si están cubriendo realmente la molestia inicial del paciente,…
Cierto es también, que hay algunos oftalmólogos que tienen un modelo de visión más amplio, respetan que hay otras formas de analizar la visión más completas y que unas simples gafas no siempre son la cura ante un problema de mala visión o visión incómoda.

Optometristas

El optometrista recibe pequeñas nociones en la Universidad acerca de las posibles patologías que puede sufrir el sistema visual. Pero estamos a años luz de los conocimientos que tiene un oftalmólogo al respecto.
Algunos optometristas, cuando terminan la Universidad, asisten a cursos de especialización donde aprenden más sobre estas patologías, pero mi opinión es que por mucho que puedan aprender en un año de especialización o en pequeños cursos, los oftalmólogos estudian medicina ocular durante 4 años especializándose en ellas. Sus conocimientos patológicos ampliamente nos sobrepasan. Este es su campo y no el nuestro.

Por tanto, un optometrista no es médico y por ello, en España:

  • No puede diagnosticar una patología; aunque podamos verla y sepamos que un paciente tiene una catarata, por ejemplo, no podemos decírselo; sencillamente tenemos que remitir a un oftalmólogo, con mayor o menor urgencia según lo que veamos. Muchas veces el óptico o el optometrista puede ser el primero en detectar un problema así, y es nuestro deber saber detectarlo y remitir a un profesional cualificado.
  • No puede recetar ninguna medicina: Ningún colirio ni nada que contenga un fármaco. Podemos aconsejar lágrima artificial o complejos vitamínicos o productos homeopáticos.

  • No puede instilar en su consulta ningún fármaco, y con ello me refiero a dilatadores de pupila. Eso es competencia de los médicos. A veces si un niño no colabora y no conseguimos que lea un test que le presentamos mientras le hacemos una prueba objetiva - que nos permite sacar la graduación exacta que tiene-, y necesitamos ese dato, instilar dilatadores de pupila puede ser la única forma, en esos casos, de conseguirlo (ya explicaré cómo funciona esto más adelante). Entonces, el paciente deberá ser remitido a un oftalmólogo para que obtenga ese resultado. En algunos estados de EEUU, los optometristas, aún sin ser médicos, pueden usar en consulta los dilatadores.

Bueno, he contado para lo que el optometrista no está preparado o lo que debe o no debe hacer en esas situaciones. Pero ahora voy a contar cuáles son nuestras funciones.

El campo de acción de un Optometrista es diferente y muy amplio. Un optometrista puede encontrarse con una “máquina” que físicamente está bien, pero no funciona bien.

Un optometrista es capaz de graduar de forma objetiva y subjetiva a un paciente. Es el profesional que más capacitado está. Mientras que en España, el oftalmólogo estudia 4 años (además de los otros 4 anteriores de medicina general) acerca de patologías oculares y anomalías refractivas y de sus tratamientos médicos (fármacos y cirugías), la parte optométrica la tocan levemente durante esos 4 años y prácticamente se limitan a aprender a graduar, de la forma más sencilla. Pero el optometrista estudia, en los 3 años de carrera, el mejor modo de evaluar y tratar un problema de mal funcionamiento visual con diferentes opciones.
Una muestra de que los Optometristas salimos más preparados en este campo que los Oftalmólogos, es la “Carta al Editor” en la revista de la Sociedad Española de Oftalmología, que el oftalmólogo Dr. Colomé Campos publicó en 2005:
“La optometría: un reto para el oftalmólogo del siglo XXI” . En esta carta hace referencia a un estudio que diseñó él mismo, con el que pretendía evaluar y comparar los conocimientos de refracción de oftalmólogos MIR con estudiantes de Óptica y Optometría de tercer año. Para ello se tenían que presentar a un cuestionario de 40 preguntas tipo test, que abarcaban temas de Optometría, Visión Binocular y Contactología. Resultado: Ningún oftalmólogo se presentó a la prueba. “Únicamente un residente tuvo la delicadeza, desde aquí mi agradecimiento, de excusarse porque su jefe de servicio prohibía la colaboración por encontrar el cuestionario excesivamente difícil.” (Dr. Colomé Campos).


Todos los ópticos-optometristas salimos con los mismos conocimientos impartidos. Pero luego, algunos, como aquellos ópticos de algunas ópticas, cuya única finalidad es vender cuantas más gafas mejor, realizan una graduación visual similar a la que pueda realizar un oftalmólogo, y el tratamiento que pueden ofrecer se limitará a unas gafas o unas lentillas “para ver mejor” (al final de esta entrada hay un enlace a otra entrada donde explico los diferentes modelos de trabajo que hay dentro de mi profesión). Otros sin embargo que nos hemos ido especializando más y actualizando los conocimientos con los años, sabemos de forma más amplia cómo funciona la visión y qué puede alterar su funcionamiento; por ello, podemos averiguar a partir de las quejas del paciente, cómo un problema visual puede estar alterando la vida de una persona, qué partes de la visión evaluar para encontrar el problema y hallar el mejor tratamiento al respecto. Muchas, muchas, muchas veces las gafas no son la solución, o no la solución que muchos conocen. Y el optometrista sabe cómo emplear las gafas, las lentes de contacto o los prismas del mejor modo posible para eliminar todas las molestias del paciente y darle otras opciones que le pueden ayudar. No sólo a su falta de visión.

En otra entradas iré explicando poco a poco, los problemas visuales y los tratamientos o soluciones que puede ofrecer un optometrista y cuál es mejor en cada situación. Una de esas posibles soluciones es la Terapia Visual. Este tratamiento es necesario cuando las molestias no se solucionan con unas simples gafas. Estas molestias pueden ser producidas por 2 razones:
  • porque en el sistema visual de ese paciente se ha producido un desajuste, por cualquier motivo, en el transcurso de su vida. En algún momento se produjo un cambio (p.e. por estrés laboral, divorcio, o separación de padres,…) y empezó a utilizar su sistema visual de manera diferente, de una forma incorrecta; modificó la base creando una errónea, a partir de la cual ha ido desarrollando sus habilidades visuales. Pero como no es la forma correcta, surgen los síntomas y las molestias pasado un tiempo;
  • o porque las bases del desarrollo (visual y motor) no se crearon bien desde que era un bebé.

Bueno, quizás esto quede un poco abstracto, pero si leéis la entrada "¿Qué es la Terapia Visual?", que lo explica en mi otro blog "Visión y Aprendizaje", seguro que lo entendéis mejor. Lo que ahora quiero que entendáis es que en la visión hay más problemas además de ver o no ver el 100% y que de esos problemas nos encargamos los optometristas. Que los “ojos” no funcionen bien te hace que no rindas bien. No sólo tenemos que ver bien, sino que tenemos que procesar bien lo que vemos, y nuestro sistema visual tiene que ser capaz de responder y rendir de la manera más óptima en todas las situaciones en las que nos encontremos. Un optometrista especializado en Terapia Visual puede reeducar el sistema visual para que vuelva a tener unas buenas bases visuales o para instaurarlas desde el principio en el caso de no haberlas tenido antes (estrabismos, ojos vagos, reflejos no inhibidos,…). Puede enseñar al paciente a usar su visión de la forma más óptima para conseguir la mayor calidad y rendimiento en sus tareas visuales cotidianas.

Por tanto, el optometrista posee diferentes opciones de tratamientos alternativos antes de recurrir a la cirugía, y muchos de los problemas visuales no se solucionan ni con fármacos, ni con cirugía, ni con unas símples gafas para ver más claro.


Espero que con toda esta explicación haya quedado un poco más clara la función que tiene cada profesional de la visión.


Por último, me gustaría aprovechar con esta entrada para hacer una reivindicación: un poco de respeto por parte de ambas profesiones. Cada uno tenemos nuestro trabajo, por tanto, no debemos diagnosticar o tratar lo que no sabemos, ni menospreciar ni infravalorar el trabajo cualificado de otros profesionales, si no conocemos el campo que criticamos. Así como los oftalmólogos controlan de patologías y nosotros, los optometristas sólo las “conocemos”, nosotros controlamos del funcionamiento visual y ellos sólo lo “conocen”.

Lo que debemos hacer cada uno es trabajar como mejor sepamos y si ambos colaboramos juntos, el mayor beneficiado será el paciente.

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5 comentarios:

Unknown dijo...

¡MUY BUENO EL POST! Hay que luchar para que las ópticas no se vean como meras tiendas de venta de gafas. El sector está cada vez más desprestigiado y la competencia en los precios es de chiste. Se vende salud, no un artículo como un pendiente.

Mike dijo...

Me ha encantado tu post. En primer lugar decir que soy optico-optometrista. Es cierto que para la gente de a pie no tiene nada claro esa diferencia, que es real, entre optico y oftalmologo. Cada uno tiene su campo y no es de extrañar que dentro de unos años solo graduen los opticos (!¿quien si no?) o acaso los oftalmologos se sienten amenazados por un negocio que llevan años y años, como es cobrar las graduaciones sin dar garantias (no recuerdo casi ningun caso de devolver el dinero de una graduacion mal hecha por un oftalmologo y eso que son muchas). Y es tan simple como dice el oftalmologo del enlace, los oftalmologos no les enseñan graduar. ¿es motivo de que les enseñen? A los opticos no nos dejan poner cicloplegico (dilatador de pupila) y nadie se ha quejado demasiado. Los opticos nunca seran ayudantes de los oftalmologos en una operacion de cataratas (aunque podrian ayudar tanto o mas que un enfermero). Ni son oftalmologos frustrados, como dice el susodicho oftalmologo. Solo intentamos sacar el cuello para que la gente y sobre todo los oftalmologos respeten el trabajo de los opticos y se dejen de poner denuncias por intrusismo profesional (ya han habido unas cuantas). Quiero dejar claro que los oftalmologos no son el enemigo. Es simplemente dejar claras las parcelas de cada uno. Que los oftalmologos dejen de vender lentillas (que los hay) y a lo mejor la cosa se normaliza mas...

Rosa M. García Hdez dijo...

Hace dos fines de semana asistí a un curso de formación con otros profesionales relacionados con el cuidado en el niño, y para mi sorpresa, pocos conocía realmente cuál era el trabajo de un optometrista y qué diferencia hay entre ópticos, optometristas y oftalmólogos. Al terminar la jornada, al menos me fui sabiendo que mis compañeros lo tenían un poco más claro; pero quedán muuuuchas más personas que no lo saben, y no saben que nosotros podemos ayudarles o ayudar a sus hijos. Esta es una de las finalidades de este blog, informar lo mejor que pueda de nuestra existencia y de lo que hacemos a todas estas personas.

Anónimo dijo...

estoy emocionada de haber leido este blog, esta muy interesante. aunque yo no me puedo contar ni como optico, ni como optometrista, ni mucho menos como oftalmologo puedo decirles que estoy deacuerdo.Para mi mala fortuna (y por razones varias) nunca he podido entrar a la Uni pero me gusta la optometria y la he estado practicando desde hace varios aÑos. me ense☼aron a "hacer examenes" pero me fascino tanto que he estudiado por mi cuenta de forma autodidacta (aunque he encontrado mas informacion oftalmologica que optometrica)y esto me ha servido para tratar de dar un mejor servicio al paciente, pero me enfrento con otro problema,a mis jefes les interesa que atienda un gran numero de pacientes para poderles vender mas lentes y me presionan para hacer los examenes lo mas rapido posible y eso me estresa y me frustra porque se que puedo hacer mas pero como no tengo titulo hago solo lo que me piden (los envidio -sanamente- a ustedes)gracias por tus blogs estan excelentes. te felicito.Me gusta tu manera de explicar todo y lo voy a usar para explicarles las dudas a mis pacientes (cuando pueda)para que les sea mas claro entender sin tanta terminologia. saludos

Rosa M. García Hdez dijo...

Estimada lectora, me alegra que mis blogs te resulten tan interesantes, pero me ha sorprendido bastante que cuentes tu experiencia.No sé desde dónde me escribes, pero esto en España es ilegal y denunciable. Ninguna persona que no sea óptico-optometrista titulado, puede desempeñar las labores del título, y por lo que me cuentas, tú lo estás haciendo.
Una persona NO TITULADA, no puede regentar una óptica, como tampoco puede graduar, adaptar lentes de contacto, y mucho menos prescribir unas lentes ni hacer un diagnóstico de una alteración visual.
Una persona NO TITULADA, sólo puede vender (unas gafas, unos líquidos de lentillas -no recomendarlos-, etc.), y montar unos cristales en unas gafas.
Tú caso es admirable porque como dices, te has ido formando tú sola.
La culpa realmente la tiene tus jefes, que permiten y favorecen algo así. ¿Cómo vamos a conseguir que nos respeten si otros colegas son tan irrespetuosos con nuestra labor y nuestra formación?
¿Cómo vamos a conseguir que nos respeten si otros colegas tienen cómo única finalidad vender cuántas más gafas mejor?

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