La preocupación común de casi todos los padres en la actualidad es el uso que hacen sus hijos de tabletas, smartphones, videoconsolas, etc., por temor a que dañen su visión.
En Internet hay mucha información al respecto y no me voy a repetir.
BIEN ES SABIDO QUE...
- La alta capacidad de concentración que desarrollan, disminuye la frecuencia de parpadeo que provoca ya en esas edades tan tempranas, ojo seco.
Los niños escolarizados en la actualidad acuden 8 horas al día al colegio y en él realizan una media de 6 horas mínimo de tareas visuales cercanas. Si en el tiempo de descanso de la comida hacen además alguna actividad extraescolar tipo refuerzos, música, etc., la visión cercana sigue empleándose sin descanso.
Cuando además, acaban las clases algunos de ellos realizan otras actividades extraescolares, tipo Kumon, logopedia, pintura, expresión artística, inglés, chino, informática, ajedrez,… Todas actividades cercanas. Todas en sitios cerrados con luz artificial.
Ahora en verano tenemos más horas de luz al día, pero en invierno, cuando salen de clase pocas horas de luz tienen para poder hacer algo al aire libre.
Si además, cuando están aburridos en casa o mientras comemos en un restaurante, la forma de entretenerlos es dándoles un móvil o una tableta para que jueguen un rato, su visión cercana sigue sin descansar.
La experiencia a lo largo de los años me ha mostrado, en mi evaluación visual diaria en niños, que los valores que se encontraban hace décadas en las pruebas, no son los mismos que ahora. Los valores que se consideraban y que seguimos considerándolos estandar, ahora no lo son. Porque las actividades que hacían los niños hace décadas, no son las mismas que hacen ahora. Ni siquiera los niños que no muestran dificultades en en el colegio o síntomas visuales, y que se hacen revisiones visuales rutinarias, alcanzan estos valores.
La CONVERGENCIA y la DIVERGENCIA que son habilidades de los dos ojos en conjunto, y que nos muestran que ambos ojos trabajan bien en equipo, tienen que estar equilibradas entre ellas. No pueden estar desarrolladas una en exceso y la otra en defecto.
La CONVERGENCIA nos permite apuntar con los dos ojos en una TAREA CERCANA y ver una imagen única de lo que miramos (nuestro cerebro fusiona las dos imágenes de cada ojo en una sola) y la DIVERGENCIA nos permite apuntar con los dos ojos en una TAREA LEJANA y ver una imagen única de lo que miramos.
Los niños en general, que realizan tareas cercanas frecuentes, suelen mostrar un desarrollo superior de la convergencia e inferior de la divergencia. En cerca son niños que incluso se colocan muy cerca de las tareas cercanas (papel, tabletas,…) y en lejos no suelen tener muy buena puntería en deportes porque el cerebro suele preferir la imagen de un ojo y no funcionan con los dos ojos juntos, por tanto, pierden percepción de profundidad y cálculo de espacio y distancias.
La divergencia es necesaria porque nos permite a todos, niños y adultos, que nuestro sistema visual esté descansado. Si sólo realizan o realizamos, el sistema visual se tensa cada vez más Y PIERDE EFICACIA.
Lo más triste de todo, es que hemos llegado a una situación en la que la mayoría de las veces no podemos alcanzar ya esos valores estándar ni con terapia visual. El entorno nos envuelve tanto en esa situación visual que aunque nosotros los terapeutas visuales, tratamos de “reeducar la forma en la que nuestro cerebro ve”, nos es difícil llegar a estos valores dado que el entorno vuelve a desajustarlo todo.
Nuestros niños han ido cambiando su forma de ver en las últimas décadas y van soportando cada vez más tarea en cerca. Así, los valores estándar deberían cambiar:
- Para considerar que un niño tienen una buena convergencia que le permita afrontar la demanda escolar, el valor debería ser superior a los valores estándar (lo que hace décadas se consideraba un exceso de convergencia).
- Pero para que el sistema visual esté equilibrado y no tenga un exceso de convergencia real, la divergencia debería tener un valor, que aunque no llegue a ser el valor estándar, debería acercarse a él lo más posible.
SÍNTOMAS
El SVI-D tiene una sintomatología determinada:
- Dolor de cabeza en frente, cuencas oculares y sienes, sobre todo al sacabar el día o cuando sale de clase.
- Dolor de cuello o de espalda
- Tomas posturas “extrañas” al sentarse en la mesa o cuando está con las pantallas.
- Ojos rojos, escozor, picor y sensación de cansancio en los ojos.
- Ojos secos.
- Borrosidad de cerca o de lejos al cambiar el enfoque a diferentes distancias
- Sensación de que las letras o imagen se mueven en la pantalla o en el papel.
- Visión doble ocasional cuando está más cansado.
- Pequeñas miopías o astigmatismos cuando en la familia nadie es miope o astígmata.
- Miopías que año tras año conforme aumenta curso y demanda escolar su miopía no deja de subir.
MEDIDAS A TOMAR
Para conseguir esto en la medida posible de cada uno, hay que:
- Un OPTOMETRISTA debe revisar EL FUNCIONAMIENTO DE LA VISIÓN DEL NIÑO al finalizar cada curso o al comenzarlo para que el profesional pueda daros unas pautas a seguir individualizadas con vuestro hijo.
- Eliminar toda tarea cercana “que no sea necesaria”.
- Reducir al mínimo la exposición a estos dispositivos… Sé que vivimos en una era digital y no podemos impedirles estar en contacto con ellos, pero sí hacerlo con más control y descansos frecuentes.
- Tener siempre luz ambiente para no reducir sólo la luz LED que les llega a sus ojos de las pantallas.
- Siempre que hagan tareas cercanas ya sea en papel, manualidades o pantallas, seguir las NORMAS DE HIGIENE VISUAL.
- Promover en ellos el deporte, las actividades al aire libre, los juegos o actividades en grupo,…
En resumen, estos dispositivos perjudican su visión, sí, la luz LED daña su retina, la hormona del crecimiento y el ciclo del sueño, sí; pero ¡¡CUIDADO!! También la gran tendencia al excesivo trabajo en cerca que hacen a diario y que va en aumento año tras años, curso tras curso.
¡El entorno evoluciona más rápido de lo que nuestro cerebro es capaz de adaptarse y mira que su capacidad es grande!