Mostrando entradas con la etiqueta profesionales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta profesionales. Mostrar todas las entradas

lunes, 21 de abril de 2008

¿Dónde ir si notamos alguna alteración en la visión?

Link to post in English

Ópticas, Consultas Optométricas, Consultas Oftalmológicas,...

En España, desde el punto de vista sanitario, un Óptico-Optometrista puede trabajar en cualquiera de estos sitios y en cada uno su labor es diferente.

Además de estos, puede trabajar en fábricas de lentes oftálmicas, fábricas de lentes de contacto, talleres de montaje, laboratorios de física, etc., pero yo sólo escribiré aquí de los sectores que pueden interesar al lector, ya que son aquellos a los que vosotros podéis necesitar acceder.

En España, antiguamente el término “Optometrista” no existía y sólo se hablaba por un lado de oftalmólogos u oculistas que eran y son los médicos, y por otro lado, de los ópticos, que eran los que te vendían las gafas.
Pero esto ha cambiado. Las funciones de los optometristas se han ampliado y aunque nuestra carrera es una Diplomatura (en España) y no podemos hacer Doctorados de investigación, nuestra profesión crece día a día y cada uno se va especializando en lo que más le gusta o lo que se le da mejor. Como en toda profesión.


ÓPTICAS

Algunos Ópticos-Optometristas trabajan en Ópticas. Este grupo es el más abundante. Pero aunque antiguamente nuestras funciones en una óptica eran graduar y vender básicamente, ahora las cosas van cambiando (muy poco a poco, desgraciadamente).

Por ley en España, una Óptica no es una tienda, sino un establecimiento sanitario. Como tal, lo más importante es la salud visual de cualquier persona que entre en él. Pero desgraciadamente he de reconocer que éste no siempre es el objetivo. Las grandes cadenas y muchos de los pequeños establecimientos, como en cualquier negocio, se van a lo que más dinero da, y eso obviamente es la venta de gafas graduadas, gafas de sol, lentes de contacto, etc. La graduación cuanto más rápida mejor, dejando a un lado, la calidad del servicio y el código deontológico que todo óptico debería tener grabado en su frente. En estas ópticas, un óptico no puede entretenerse en que una persona le cuente su “queja visual”, “¿Ves o no ves? ¿Con esto ves? Necesitas unas gafas, pasemos al punto de venta.” Muy triste... Son ópticas puramente comerciales.


Afortunadamente no todas las ópticas trabajan con ese pensamiento, y la calidad de servicio es muchísimo mejor. Quizás el paciente termine comprando una gafa, pero por lo menos se irá a casa convencido de que el trato ha sido mucho mejor y más cualificado, y que no ha sido sólo un número de cliente, sino el paciente “D. Pepito”.

Algunas ópticas (muy pocas), en la última década, incluso han ampliado servicios. No sólo se encargan de aconsejar y vender unas gafas o de adaptar unas lentes de contacto o de montar los cristales en la montura que haya elegido un paciente. Su trabajo es más especializado. Las gafas son parte del trabajo pero no es el ÚNICO trabajo.
Las pruebas visuales son más específicas a cada problema, y su tratamiento también. Esa es la razón por la que en muchas ópticas están empezando a cobrar este servicio. Realmente éste es nuestro trabajo y es justo que cobremos por realizarlo. Es un servicio cualificado que como cualquier otro tiene su precio (pero este tema me da para escribir otra entrada, seguramente la siguiente). Estos establecimientos ofrecen más tratamientos mediante lentes de contacto o gafas y algunas incluso ofrecen terapia visual.

Aunque en España actualmente, sólo existe una formación que es la diplomatura de “Ópticos-Optometristas”, hay muchos ópticos de la vieja escuela que no tienen los conocimientos de un Optometrista. Realmente debería distinguirse entre un Óptico comercial (que te asesorará en la compra de unas gafas, unas lentes de contacto, su mantenimiento, te montará o ajustará una gafa, etc.) y un Optometrista (que podrá hacer todas esas funciones, pero además podrá ofrecerte una evaluación más completa de la visión y más opciones de tratamientos a diferentes problemas visuales no patológicos). En EEUU esta diferencia (en inglés), es mucho más definida legalmente, dado que los estudios son diferentes, las responsabilidades de cada uno lo son también, y aunque un optometrista puede trabajar como un óptico, un optometrista (en inglés), ya que se considera que no tiene los conocimientos suficientes.


CONSULTAS OFTALMOLÓGICAS

Dentro del trabajo en consulta, por un lado, tenemos las Consultas Oftalmológicas. Generalmente son consultas de clínicas privadas de cirugía refractiva. En ellas los optometristas ayudan a los oftalmólogos en la parte optométrica de TODA la evaluación que se requiere para someter a un paciente a una operación de miopía, astigmatismo, etc. Los optometristas llevan poco tiempo trabajando tan estrechamente con los oftalmólogos.



CONSULTAS OPTOMÉTRICAS
Por otro lado y para mí lo más importante, legalmente los optometristas ya podemos establecer nuestras propias Consultas de Optometría. Hasta hace muy poco, necesitábamos un oftalmólogo para poder hacerlo, y por supuesto, era una Consulta Oftalmológica.

En estas consultas generalmente no hay venta de gafas, y si se hace, el espacio destinado a tal efecto es tan pequeño, que es casi simbólico.


En las consultas, no existe el “cliente”, sino que todos son “pacientes”.

Para realizar una evaluación visual se requiere una cita previa (en algunas ópticas también lo hacen).

Estas evaluaciones son completas y a veces necesitan una o incluso dos horas según el problema que presente el paciente (esta evaluación ya la explicaré más adelante en otra entrada).

Normalmente las personas, que acuden a una consulta optométrica, no llegan sólo con la queja de ver mal de lejos y la necesidad de unas gafas para ver mejor. Suelen ser personas que llegan con un problema visual que va más allá de ver o no ver claro:
- “No puedo estar leyendo muchas horas, porque me canso enseguida.”
- “Se me ponen los ojos rojos y me duele la cabeza cuando estoy con el ordenador.”
- “A veces veo doble y cuando estoy cansado he notado que desvío un ojo.”
- “A mi hijo le cuesta mucho leer, se pierde siempre y va muy lento.”
- “¿Hay alguna manera de evitar que la miopía le siga creciendo a mi hijo?”
- “Mi hijo tiene problemas de rendimiento en el colegio.”
- “Mi hijo tiene un ojo vago y lleva un año entero con un parche y no ha conseguido nada.”
- “Mi hijo de sólo 1 añito parece que desvía un ojo pero no estamos seguros.”
- “He tenido un traumatismo cráneo-encefálico tras un accidente de coche y me han quedado secuelas visuales.”
- “Tengo Esclerosis Múltiple y desde que empecé el tratamiento médico tengo muchas molestias visuales.”
- “No tengo seguridad conduciendo.”
- “Me mareo cuando voy en coche pero no cuando conduzco.”
- …


Muchas de las quejas que tiene la gente a veces no las asocia con la visión, y muchas veces la visión es el problema base de todo. Y al tratarlo desaparecen todas las demás molestias asociadas que no sabíamos que estaban relacionadas.

En ese examen visual tan exhaustivo, podemos encontrar dónde está el problema y cómo solucionarlo.


Para ello, en la consulta se cuenta con diferentes tratamientos:
- Unas gafas para ver mejor de lejos o de cerca.
- Unas gafas para rendir mejor.
- Unas gafas para no desviar un ojo.
- Unas gafas para no ir con la cabeza torcida…

Como veis hay muchas opciones de uso de unas gafas y la primera es sólo una más.
Con las lentes de contacto pasa lo mismo, pero ya iré explicando más adelante cómo usamos cada uno de nuestros “instrumentos” de trabajo.

Además de utilizar las gafas o las lentes de contacto para ayudar en un problema visual, muchas de las veces los pacientes, necesitan conocer unas pequeñas pautas para usar su sistema visual de una forma óptima, y así eliminar las molestias que presentan y que no vuelvan a surgir. Para ello recurrimos a la Terapia Visual. Un tratamiento que puede necesitar más o menos tiempo para poder automatizar todo lo que se aprende en consulta y poder aplicarlo en el día a día.

Algunas consultas además, están especializadas en Visión deportiva o en Baja Visión; en cualquiera de ellas, utilizan unas pruebas visuales y unas técnicas de terapia específicas.


POR TANTO, después de leer todo esto supongo que ya tendréis un poco más claro a dónde tenéis que acudir dependiendo de vuestro problema visual o del servicio y/o el trato que queráis recibir.


ENTRADAS RELACIONADAS
¿Quién evalúa la visión? Diferencias entre Optometrista y Oftalmólogo

viernes, 4 de abril de 2008

¿Quién evalúa la visión? Diferencias entre Optometrista y Oftalmólogo

Link to post in English

Los profesionales encargados de evaluar todo lo relacionado con la visión son los Oftalmólogos y los Optometristas.

De siempre, entre oftalmólogos y optometristas, en muchas partes del mundo, ha habido “diferencia de opiniones”, como me supongo que hay entre arquitectos y aparejadores o arquitectos técnicos, con la diferencia de que Optometría no es la carrera técnica de Oftalmología, ni el trabajo de los optometristas depende del de los oftalmólogos. Son profesiones independientes y complementarias, con finalidades y campos de evaluación diferentes.

Para muchos oftalmólogos, los optometristas sólo somos los que vendemos las gafas a sus pacientes después de que ellos los gradúan, o los que graduamos cuando los médicos tienen lista de espera muy larga (como en la Seguridad Social en España). Muchos de ellos seguramente siempre nos han considerado “su hermana pequeña” en inferioridad de conocimientos. Y nosotros siempre les hemos considerado los “malos”, porque muchos no respetan nuestro trabajo.

Sencillamente cada uno tenemos modelos de visión diferentes, con conocimientos diferentes. Cada uno abarcamos áreas de la visión distintas, por tanto, todos deberíamos respetarnos unos a otros y no meternos donde no sabemos.

En pocas palabras, los oftalmólogos evalúan la sanidad de la visión y nosotros, los optometristas evaluamos la funcionalidad de la visión.

Me explico:

Oftalmólogos
El oftalmólogo, como médico, está especializado en comprobar si los ojos y la vía visual están sanos. Y en el caso de cualquier enfermedad, recetar el fármaco que sea necesario o practicar una cirugía para conseguir la mejor cura.

Cierto es que ellos también prescriben gafas graduadas. Pero aunque no quiero generalizar, muchos de ellos están el mismo tiempo graduando, que el tiempo que están muchos de mis colegas en las ópticas, es decir unos minutos. Su única meta es comprobar con qué gafas ve el paciente mejor, sin preocuparse de nada más; como por ejemplo, de si esas gafas le serán cómodas en el día a día, si le producirán otras molestias diferentes, si están cubriendo realmente la molestia inicial del paciente,…
Cierto es también, que hay algunos oftalmólogos que tienen un modelo de visión más amplio, respetan que hay otras formas de analizar la visión más completas y que unas simples gafas no siempre son la cura ante un problema de mala visión o visión incómoda.

Optometristas

El optometrista recibe pequeñas nociones en la Universidad acerca de las posibles patologías que puede sufrir el sistema visual. Pero estamos a años luz de los conocimientos que tiene un oftalmólogo al respecto.
Algunos optometristas, cuando terminan la Universidad, asisten a cursos de especialización donde aprenden más sobre estas patologías, pero mi opinión es que por mucho que puedan aprender en un año de especialización o en pequeños cursos, los oftalmólogos estudian medicina ocular durante 4 años especializándose en ellas. Sus conocimientos patológicos ampliamente nos sobrepasan. Este es su campo y no el nuestro.

Por tanto, un optometrista no es médico y por ello, en España:

  • No puede diagnosticar una patología; aunque podamos verla y sepamos que un paciente tiene una catarata, por ejemplo, no podemos decírselo; sencillamente tenemos que remitir a un oftalmólogo, con mayor o menor urgencia según lo que veamos. Muchas veces el óptico o el optometrista puede ser el primero en detectar un problema así, y es nuestro deber saber detectarlo y remitir a un profesional cualificado.
  • No puede recetar ninguna medicina: Ningún colirio ni nada que contenga un fármaco. Podemos aconsejar lágrima artificial o complejos vitamínicos o productos homeopáticos.

  • No puede instilar en su consulta ningún fármaco, y con ello me refiero a dilatadores de pupila. Eso es competencia de los médicos. A veces si un niño no colabora y no conseguimos que lea un test que le presentamos mientras le hacemos una prueba objetiva - que nos permite sacar la graduación exacta que tiene-, y necesitamos ese dato, instilar dilatadores de pupila puede ser la única forma, en esos casos, de conseguirlo (ya explicaré cómo funciona esto más adelante). Entonces, el paciente deberá ser remitido a un oftalmólogo para que obtenga ese resultado. En algunos estados de EEUU, los optometristas, aún sin ser médicos, pueden usar en consulta los dilatadores.

Bueno, he contado para lo que el optometrista no está preparado o lo que debe o no debe hacer en esas situaciones. Pero ahora voy a contar cuáles son nuestras funciones.

El campo de acción de un Optometrista es diferente y muy amplio. Un optometrista puede encontrarse con una “máquina” que físicamente está bien, pero no funciona bien.

Un optometrista es capaz de graduar de forma objetiva y subjetiva a un paciente. Es el profesional que más capacitado está. Mientras que en España, el oftalmólogo estudia 4 años (además de los otros 4 anteriores de medicina general) acerca de patologías oculares y anomalías refractivas y de sus tratamientos médicos (fármacos y cirugías), la parte optométrica la tocan levemente durante esos 4 años y prácticamente se limitan a aprender a graduar, de la forma más sencilla. Pero el optometrista estudia, en los 3 años de carrera, el mejor modo de evaluar y tratar un problema de mal funcionamiento visual con diferentes opciones.
Una muestra de que los Optometristas salimos más preparados en este campo que los Oftalmólogos, es la “Carta al Editor” en la revista de la Sociedad Española de Oftalmología, que el oftalmólogo Dr. Colomé Campos publicó en 2005:
“La optometría: un reto para el oftalmólogo del siglo XXI” . En esta carta hace referencia a un estudio que diseñó él mismo, con el que pretendía evaluar y comparar los conocimientos de refracción de oftalmólogos MIR con estudiantes de Óptica y Optometría de tercer año. Para ello se tenían que presentar a un cuestionario de 40 preguntas tipo test, que abarcaban temas de Optometría, Visión Binocular y Contactología. Resultado: Ningún oftalmólogo se presentó a la prueba. “Únicamente un residente tuvo la delicadeza, desde aquí mi agradecimiento, de excusarse porque su jefe de servicio prohibía la colaboración por encontrar el cuestionario excesivamente difícil.” (Dr. Colomé Campos).


Todos los ópticos-optometristas salimos con los mismos conocimientos impartidos. Pero luego, algunos, como aquellos ópticos de algunas ópticas, cuya única finalidad es vender cuantas más gafas mejor, realizan una graduación visual similar a la que pueda realizar un oftalmólogo, y el tratamiento que pueden ofrecer se limitará a unas gafas o unas lentillas “para ver mejor” (al final de esta entrada hay un enlace a otra entrada donde explico los diferentes modelos de trabajo que hay dentro de mi profesión). Otros sin embargo que nos hemos ido especializando más y actualizando los conocimientos con los años, sabemos de forma más amplia cómo funciona la visión y qué puede alterar su funcionamiento; por ello, podemos averiguar a partir de las quejas del paciente, cómo un problema visual puede estar alterando la vida de una persona, qué partes de la visión evaluar para encontrar el problema y hallar el mejor tratamiento al respecto. Muchas, muchas, muchas veces las gafas no son la solución, o no la solución que muchos conocen. Y el optometrista sabe cómo emplear las gafas, las lentes de contacto o los prismas del mejor modo posible para eliminar todas las molestias del paciente y darle otras opciones que le pueden ayudar. No sólo a su falta de visión.

En otra entradas iré explicando poco a poco, los problemas visuales y los tratamientos o soluciones que puede ofrecer un optometrista y cuál es mejor en cada situación. Una de esas posibles soluciones es la Terapia Visual. Este tratamiento es necesario cuando las molestias no se solucionan con unas simples gafas. Estas molestias pueden ser producidas por 2 razones:
  • porque en el sistema visual de ese paciente se ha producido un desajuste, por cualquier motivo, en el transcurso de su vida. En algún momento se produjo un cambio (p.e. por estrés laboral, divorcio, o separación de padres,…) y empezó a utilizar su sistema visual de manera diferente, de una forma incorrecta; modificó la base creando una errónea, a partir de la cual ha ido desarrollando sus habilidades visuales. Pero como no es la forma correcta, surgen los síntomas y las molestias pasado un tiempo;
  • o porque las bases del desarrollo (visual y motor) no se crearon bien desde que era un bebé.

Bueno, quizás esto quede un poco abstracto, pero si leéis la entrada "¿Qué es la Terapia Visual?", que lo explica en mi otro blog "Visión y Aprendizaje", seguro que lo entendéis mejor. Lo que ahora quiero que entendáis es que en la visión hay más problemas además de ver o no ver el 100% y que de esos problemas nos encargamos los optometristas. Que los “ojos” no funcionen bien te hace que no rindas bien. No sólo tenemos que ver bien, sino que tenemos que procesar bien lo que vemos, y nuestro sistema visual tiene que ser capaz de responder y rendir de la manera más óptima en todas las situaciones en las que nos encontremos. Un optometrista especializado en Terapia Visual puede reeducar el sistema visual para que vuelva a tener unas buenas bases visuales o para instaurarlas desde el principio en el caso de no haberlas tenido antes (estrabismos, ojos vagos, reflejos no inhibidos,…). Puede enseñar al paciente a usar su visión de la forma más óptima para conseguir la mayor calidad y rendimiento en sus tareas visuales cotidianas.

Por tanto, el optometrista posee diferentes opciones de tratamientos alternativos antes de recurrir a la cirugía, y muchos de los problemas visuales no se solucionan ni con fármacos, ni con cirugía, ni con unas símples gafas para ver más claro.


Espero que con toda esta explicación haya quedado un poco más clara la función que tiene cada profesional de la visión.


Por último, me gustaría aprovechar con esta entrada para hacer una reivindicación: un poco de respeto por parte de ambas profesiones. Cada uno tenemos nuestro trabajo, por tanto, no debemos diagnosticar o tratar lo que no sabemos, ni menospreciar ni infravalorar el trabajo cualificado de otros profesionales, si no conocemos el campo que criticamos. Así como los oftalmólogos controlan de patologías y nosotros, los optometristas sólo las “conocemos”, nosotros controlamos del funcionamiento visual y ellos sólo lo “conocen”.

Lo que debemos hacer cada uno es trabajar como mejor sepamos y si ambos colaboramos juntos, el mayor beneficiado será el paciente.

ENTRADA RELACIONADA
¿Dónde ir si notamos alguna alteración en la visión?

martes, 19 de febrero de 2008

¿A quién le puede interesar mi blog?

Link to post in English

Cómo conté en el post anterior, este blog no va dirigido hacia otros colegas optometristas que se dedican a lo mismo que yo, sino al resto de la gente. Hacia un amplio grupo de personas que en general se preocupan por sus propios ojos o por los de otras personas, y cómo funciona la visión.



En particular puede interesar a:

- Como dije, cualquier persona que tenga una molestia visual, haya acudido a una óptica o una consulta de oftalmología y le hayan dicho que ve el 100% y que no tiene ningún problema visual; o bien, le hayan puesto unas gafas y siguiendo los “consejos profesionales” crea que esa es su única solución. Pero sigue notando que en el trabajo o en los estudios, no rinde; le cuesta concentrarse muchas horas; le cuesta cambiar el enfoque a distintos papeles-ordenador en una mesa; le cuesta cambiarlo de algo lejano a algo cercano y/o al revés; nota que las letras le bailan al leer; se fatiga cuando lo hace y no puede aguantar muchas horas leyendo, cosiendo o haciendo trabajos manuales; tiene dolores de cabeza o escozor de ojos; no es capaz de disfrutar leyendo un libro, nunca le ha gustado hacerlo, … una infinidad de síntomas que unas simples gafas o lentes de contacto utilizadas para simplemente mejorar la “cantidad” de visión, no son suficientes para mejorar la “calidad” de visión.

Como veremos más adelante, a veces unas gafas pueden aliviar esa sintomatología, pero no siempre es suficiente. Un optometrista especializado podrá darle más variedad de opciones para aliviar sus molestias.


- Cualquier padre, madre, abuelo, tío, amiga, vecino, niñera,… que esté en contacto con algún niño y quiera asegurase de que posee un sistema visual eficiente, que le permita desarrollar un buen aprendizaje en el colegio y que no tenga problemas en deportes, en el trato social con otros niños o adultos, etc.

Los padres en el día a día, mejor que nadie, pueden observar si sus hijos utilizan algún método compensatorio de algún problema visual que ellos desconocen que sus hijos poseen. Por ejemplo: acercarse demasiado a la tele; acercarse al papel cuando dibujan, escriben o leen; frotarse mucho los ojos; inclinar mucho la cabeza o incluso apoyarla en un brazo cuando hacen cualquier tarea de cerca para usar sólo un ojo; evitar cualquiera de esas tareas en cerca; saltarse de renglón al leer; necesitar la ayuda del dedo para hacerlo; invertir letras o números; cambiar la posición de algunas letras en una palabra; ser muy sensibles a la luz, etc. Todo indica la existencia de un problema de visión, que cogido a tiempo, no tiene por qué afectar al aprendizaje ni a su vida en general.


- Cualquier profesional de la enseñanza, desde la guardería, pasando por el colegio y terminando en el instituto (profesores, ayudantes, enfermeras, psicólogos, …).
Como los padres, ellos pasan mucho tiempo del día en contacto con los niños/jóvenes. No es el mismo caso, porque para cada padre su hijo es “su hijo”, y los profesores tienen muchos “hijos” de los que preocuparse. Muchas veces los signos son demasiado evidentes, y otras veces no tanto.
Afortunadamente, el concepto de “problemas de aprendizaje” es cada vez más conocido y REconocido. Cada vez hay más formación en ese aspecto en muchas áreas, no sólo en la enseñanza.

Sin irme muy lejos, en mi generación, si un niño sacaba malas notas, sencillamente era un mal estudiante y “no quería” estudiar o “no servía” para estudiar. Actualmente se ahonda un poco más en el motivo por el cual ese niño tiene problemas en los estudios. Pero vosotros, profesionales de la enseñanza, afortunadamente ya lo sabéis. Pero lo que quiero recordaros, es que la mayor parte de la información que recibe el niño es visual, y prácticamente toda la que no es directamente visual, se relaciona con ella. Por ello, es muy importante que siempre os aseguréis de que si un niño “falla” en la escuela, no sea por motivo visual. Vuestra observación junto con la de los padres es decisiva en la detección de estos problemas visuales.
Yo no creo en el concepto de que un niño es “vago” o es más “tonto” que los demás. Todos tenemos un potencial cuando nacemos, y nosotros mismos con nuestras experiencias vamos “aprendiendo a ver”. El problema es que unos han sabido o han tenido la oportunidad de desarrollar esa capacidad y otros no.

Signos como: ser incapaz de sacar la idea principal de un texto o hacer resúmenes, mover la cabeza cuando lee, hacerlo de forma monótona, no poder recordar o comprender lo leído, ser un niño inquieto en la silla, guiñar los ojos, taparse uno, copiar del cuaderno del compañero, ser malos en deportes, tener mala escritura, … todo esto y más es un indicativo de problemas visuales y perceptivos enmascarados en los que muchas veces no se piensa. Tratándolos correctamente, los niños mejoran su rendimiento escolar mejorando su rendimiento visual.


- Cualquier otro profesional especializado en niños: pediatras, psicólogos, pedagogos, logopedas, neurólogos, oftalmólogos, otorrinolaringólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, osteópatas, … Bueno, seguro que alguno olvido, espero que me disculpe. Nosotros, los optometristas y los terapeutas visuales, pertenecemos a todo ese enorme grupo de profesionales que nos encargamos de la salud del niño, cada uno desde su área.

El siguiente fragmento expresa lo que yo pienso MUY BIEN. Pertenece a un post de un de blog de Rosina Uriarte (especialista en Estimulación Temprana). Ella expresa en su post las 10 cosas que más “destesta”. Yo me quedo con la séptima que es sobre lo que estoy escribiendo:

“…Detesto la guerra de competencias entre los profesionales: "Ni se te ocurra acudir a un optometrista, no es médico"; "El psicólogo de esto no sabe nada…"; El neurólogo, el psicólogo, el logopeda, el fisioterapeuta… cada uno mira lo suyo sin levantar la vista hacia nada que quede fuera de su campo, y son los padres los que tienen que armar el puzzle juntando todas las piezas… Pero el niño es un todo, no un montón de piezas sueltas… LA MULTIDISCIPLINARIDAD ES VITAL PARA TRATAR TODAS LAS MANIFESTACIONES DEL PROBLEMA EN EL NIÑO Y LLEGAR A UNA SOLUCIÓN. El niño es una unidad, no basta con poner un parche aquí y otro allá…”

Yo no lo hubiera expresado mejor. El niño estaría mejor tratado si TODOS TRABAJÁRAMOS JUNTOS, si todos tuviéramos conocimiento de la existencia de los demás y si cada uno trabajara en su campo sin pisar el de los otros profesionales.

Sé que algunos padres piensan: “¡Vaya! Pues de esa manera yo tengo que visitar un montón de consultas para que mi hijo este bien y no tengo tiempo para hacerlo. Yo trabajo…”. Este es un tema espinoso que ya sólo depende de los padres y de lo que quieran para su hijo. Lo perfecto sería que en un solo centro estuviéramos todos estos profesionales para que sólo tuvieran que acudir a un lugar, pero eso desgraciadamente no existe. Para que un trabajo esté bien hecho, cada profesional debe tocar su área de la manera que mejor sepa y no meterse donde no sabe. Pero todos deberíamos ser capaces de remitir a otro profesional y tratar al niño en conjunto. Su problema se solucionaría antes.


- Neurólogos especializados en enfermedades o traumatismos cuya sintomatología o los fármacos que son necesarios para tratarla, alteran la función visual (tipo Esclerosis Múltiple o ciertos traumatismos cerebrales, etc.). En muchos de estos casos, esa función visual se puede mejorar, para así, al menos mejorar un poco su calidad de vida.


- Y no menos importante, cualquier óptico no especializado en esta área que esté interesado en saber qué es eso de la terapia visual; cómo afecta a la visión un problema neurológico, un problema de desarrollo, o un problema de aprendizaje; para que sepa que hay más opciones además de las convencionales gafas o lentes de contacto; y que las mismas, a veces, pueden utilizarse para conseguir otro fin. Y por supuesto, al igual que otros profesionales de otras áreas, para que remitan a colegas suyos especializados cuando el problema visual no está dentro de su campo de acción.
Related Posts with Thumbnails